Vicente Cortés 

29 de Agosto de 1974

Alguna vez fui joven y corrí por las calles de mi ciudad, del Distrito Federal, con mis amigos del barrio, no, no terminé la secundaria. Y como la mayoría de los mexicanos me desarrollé en el seno de una familia pobre y disfuncional. 

Le agradezco a mi madre quien aun siendo soltera decidió darme la vida, lamento que la persona con la que se casó no la amara y fuese una persona alcohólica, adicta a las drogas y asesinara a mi hermano menor un mes antes de que cumpliera 12 años, para después suicidarse. 

En mis años de juventud, quizás lleno de ingenuidad, creí en un México mejor y fui de profesión soldado a los 15 años, después policía a los 17, en esa sociedad mexicana en la que a veces somos víctimas y otras ocasiones victimarios. Yo nací para ser servidor público y no instrumento de corrupción de aquellos funcionarios quienes por su alto rango envilecen a la sociedad con su mediocridad y deshonestidad.

Como tantos otros millones de mexicanos desilusionados, a los 22 años preferí el autoexilio como inmigrante en los Estados Unidos, siempre será mejor eso antes que causar daño a nuestro México.

Como inmigrante ilegal y legal conocí la jornada laboral de 16 horas diarias, lavando platos, repartiendo pizza, de chofer, lo que fuera necesario para sobrevivir con honestidad. Ha pasado mucho tiempo, y yo que nunca tuve nada, de repente tenía familia. Conocí a Adriana en 1998 y empezamos una historia nueva con nuestros cinco hijos, ellos se convirtieron en adultos y comenzaron su propia historia. En el 2013 Adriana se enfermó quedando deshabilitada por la oficina del seguro social. Quizás algún día se encuentre una cura para su enfermedad, Juntos vivimos con plenitud la vida. 

Soy feliz, tengo una casa, una vida, una profesión. A pesar de encontrarme en edad adulta logré mis licenciaturas en Estudios Interdisciplinarios, Español y Justicia Criminal, escribí libros que más bien son como cuentos. Se me dio la oportunidad de trabajar en el aeropuerto O’Hare de la ciudad de Chicago,  soy Administrador de Proyectos Aeroportuarios - Operaciones Terrestres.

Comprendo la angustia y desesperación de mis hermanos de raza en necesidad, nuestro México hecho pedazos y trozos de tragedias se encuentran en todo lugar. La corrupción gubernamental nos ha obligado a vivir en pobreza, sin salud, sin educación, sin empleo, sin paz, sin futuro. Por estas razones hoy vuelvo al principio de la historia agradeciendo a esa mujer que decidió dejarme vivir y aquí estoy 48 años después listo a contribuir en la reconstrucción de mi país.

Porque tuve sed y se me dio de beber.

Porque tuve hambre y se me dio de comer.

Porque tuve frío y se me abrigo.

Porque estuve solo y se me amó.

Porque pregunte y se me contestó.

Porque toque la puerta y esta se abrió.

Porque me rodeó la oscuridad pero vino la luz y disipó la sombra.

Porque estuve muerto y se me resucitó.